Los dos últimos años, los he pasado entrenando en un equipo senior femenino. El trabajo que se hizo fue bueno. El primer año, con seis incorporaciones nuevas, llegamos a conseguir la fase de promoción para ascender a primera catalana. Pero ,debido a que no se programó bien, y con muchas jugadoras en exámenes finales, no llegamos a conquistar el ascenso, aunque la experiencia fue positiva y enriquecedora para todos. Pero ya empecé a tener alguna discusión referente a mi visión del Basquet, soy una persona muy competitiva.
Este pasado año, fue mejor. Fichamos a tres jugadoras, que provenian de Copa. Este hecho, hizo que el equipo hiciera un salto de calidad. Pero, a su vez, provocó, que jugadoras con un nivel un poco mas bajo, no aceptaran su "rol" dentro del equipo y crearan un cierto mal ambiente. Es decir, en lugar de trabajar mas duro, y alegrarse de que en toda la fase regular ibamos primeras del grupo, hicieron todo el contrario, demostrar continuamente que su egoismo estaba por encima del equipo.
Estas situaciones , que a ningún entrenador le agrada, (a pesar de quedar campeonas de la liga regular, ir a la final a cuatro y conseguir el ascenso a primera catalana) te hacen perder la ilusión y las ganas de entrenar. Es decir, me hizo plantear un cambio radical, necesitaba desintoxicarme , dejar de entrenar y dedicarme a realizar una nueva faceta que nunca había hecho. Arbitrar.
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