miércoles, 26 de noviembre de 2008

118 a 2 24/nov/08

Ya hacía días que tenía ganas de ir en moto a los partidos, y este pasado sábado, cogí la moto, me abrigué hasta la calva, y aunque el día no acompañaba lo suficiente, me fui a hacer 100 km. Fue un placer.
El partido que pité por la mañana, era un mini femenino de nivel “A”. Ya hacia unas semanas que había pitado al equipo local, pero a las visitantes era la primera vez. Bien, comienza el partido y lo primero que me toca sancionar, son unos pasos del visitante. A partir de ese momento, creo recordar, que en todo el partido fue lo único que hice. A las pobres niñas, no les daba tiempo ni a hacer dobles, ni pasos, ni nada. Lo único que hacían era sacar de fondo para poder poner la pelota en juego, después de cada canasta que recibían. Las locales les robaban la pelota con una facilidad pasmosa. Tenían grandes problemas para botar la pelota y ya no hablemos de hacer pases, era un todo un poema. La entrenadora local, creo yo, que con muy buen criterio, dejo de presionar para que, por lo menos, llegaran a mediocampo. Pero sus jugadoras, muchas veces, por el ansia de tener la pelota no le hacían caso. La entrenadora visitante, estaba más pendiente de pedir tiempo muerto para enseñarles como tenían que colocarse, que de intentar enseñar de cómo tenían que defender la pelota.
Todas estas jugadoras tendrían que estar en la Escuela de su Club. Aprendiendo a botar, pasar, tirar, defender… y demás fundamentos esenciales para poder competir.
En la mayoría de ocasiones los Clubs y sus Coordinadores, se preguntan cada año, el porqué de que muchos niños/as dejan de practicar el baloncesto. Una de las razones, es porque ponen a competir a jóvenes sin ningún tipo de iniciación y que han empezado a practicar el baloncesto ese mismo año. Es decir, vosotros creéis que muchos jugadores de 9 y 10 años, están dispuestos a levantarse un sábado a las 8 de la mañana, hacer 50 km., y perder por un contundente 118 a 2 durante muchas semanas seguidas? Creo que la respuesta la tenemos en los días de partido, que los padres llaman al entrenador diciendo que a su hijo “le duele la barriga”, que “no se encuentra bien” o cualquier excusa para no venir a jugar. Y en definitiva, que si no cambian radicalmente las cosas, a final de temporada, no continúan.
Todos sabemos que los niños/as, a estas edades, tienen unas ganas tremendas de aprender. Quieren competir de cualquier manera, pero los entrenadores tienen que hacer entender, tanto a jugadores como a padres , que para competir hay que tener unos mínimos conocimientos, sino, el fracaso será grande. Y seguro que estamos perdiendo niños que con aprendizaje serian buenos jugadores, pero hemos de tener paciencia y buen criterio.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Empieza el frio 17/Nov/08

Que día de frio, pase el sábado. Era la primera vez, en muchas semanas, que me designaban partidos en un pueblo, muy cerca de las primeras montañas nevadas. Eran las 8’45 de la mañana, cuando llegué. El termómetro del coche marcaba 4 grados. Todavía tenía tres cuartos de hora para el primer partido, rápidamente fui a buscar la cafetería del pabellón, para tomar un cortado y entrar en calor. Mientras desayunaba, llegó un amigo mío que también pitaba en el mismo pabellón, y gracias a Dios, me aviso que no era este pabellón donde yo tenía que pitar. Tuve que salir corriendo, porque me había equivocado. Menos mal, que el otro estaba muy cercano y llegué en un minuto. El vestuario que me asignaron, era el lavabo de la gente discapacitada, sin comentarios. En este pabellón pité tres partidos seguidos. Uno de ellos, pasó algo que no me había pasado hasta ahora. Un equipo infantil, se presentó con ocho jugadores, pero uno de ellos, no presentaba la ficha, ni ningún documento que acreditara que aquel jugador era el que estaba escrito en el tríptico. El entrenador le echaba las culpas al padre, el padre que decía que no sabía nada, el entrenador le volvía a decir que ya lo había avisado. En definitiva, que lo más triste de la situación, era que, el niño después de levantarse muy temprano, hacer 50 km en coche y esperar durante toda la semana, ha jugar el partido del sábado, estaba sentado en un rincón, con cara de amargado y sin poder jugar. Tenemos que ser más responsables, padres, entrenadores y coordinadores. Porque, siempre pagan los mismos, los niños que no tienen ninguna culpa.
También quiero hablar de otro tema. Desde hace 25 años, soy socio de la Asociación de Entrenadores, he recibido asiduamente la revista Clínic desde el primer número. Quisiera felicitar a todas las personas, que han hecho y hacen posible la revista. No he dejado de leer, ninguno de sus artículos. En los años que he entrenado y jugado, me han ayudado mucho. Ya que por mis ocupaciones laborales, no he podido asistir a muchos clinics. Siempre he tenido una especial atención, en los artículos sobre la metodología en la iniciación y formación de los jóvenes jugadores, porque siempre me ha gustado entrenar a niños que empiezan, son los más agradecidos con tu trabajo. En este último número, que celebraba el 20 aniversario, uno de los artículos escritos, el artículo de “Chiqui” Barrios sobre su equipo pre-mini, habría que tenerlo muy en cuenta. Hacer muchas fotocopias y repartirlas a muchos Clubs. Los entrenadores que comienzan tendrían que leerlo. Son los principios básicos para cualquier equipo de formación. Bote, entrada, tiro, pase y defensa. No estoy descubriendo nada. Pero, desgraciadamente en el equipo que juegan mis hijos, no siguen ninguno de esos principios. Para realizar un ejercicio de pases por todo el campo, hay que enseñar a pasar, a coordinar la carrera con el balón, corregir, repetir y perfeccionar. No basta correr durante 10 minutos sin aprender nada. Porque los niños, son los primeros, en exigir que se les enseñen para poder ganar el próximo partido.

Pabellon Nuevo 10/Nov/08

Magnifico y extraordinario pabellón tienen en Fornells. Después de muchos y muchos años, jugando en una nevera, han construido uno nuevo. Parquet, dos pistas de entrenamiento laterales, todo nuevo. Realmente era un placer jugar en esa pista. No como en el pueblo donde vivo. Que hicieron un pabellón nuevo, también de parquet, pero sólo con una pista central. El presupuesto no daba para más. Es decir, un pabellón desaprovechado, ya que sólo puede jugar o entrenar un equipo.
Respecto al partido que arbitré, a las cuatro de la tarde, era un junior femenino, nivel “B”. Lo primero, fué preguntarme, a qué hora habrán comido las jugadoras? Seguro que la mayoría no habían hecho caso a su entrenador. Se aconseja comer tres horas antes, es decir, tendrían que haberlo hecho a la una de la tarde. Pero, estoy seguro que muchas no habían cumplido. Ya sea por un problema de la comida familiar o que alguna no le daba mayor importancia. Pero claro, rápidamente se vio que algunas jugadoras, transcurridos 3 ó 4 minutos del partido, ya pedían cambio. Solución, tenemos que escuchar mas a los entrenadores.
El partido fue bonito, el visitante perdía de 12 ó 13 puntos, pero a base de esfuerzo y de una zonita, fue remontando hasta llegar a un final ajustado. Podía haber ganado cualquiera, pero el local tuvo más suerte y los nervios del equipo visitante, les hicieron precipitar en alguna acción, que les hizo perder el partido.
Bueno, lo más positivo para mí, por fin encontré un vestuario limpio y decente.
Coche, 30 kilómetros y otro partido. También pabellón nuevo, una pista que antiguamente era descubierta, ahora con parquet y cubierta. Entro y me encuentro al entrenador del equipo visitante, con el que el pasado año habíamos coincidido con los equipos que entrenábamos. Evidentemente, su sorpresa fue que yo era el árbitro. No se lo creía, después de haber conseguido quedar campeón de liga, ir a la final a cuatro y el ascenso de categoría, no se creía que dejara el equipo. Pero, cuando pierdes la ilusión de seguir en ese equipo y no te ofrecen nada mejor, lo mejor es dejarlo. Cambiar radicalmente. Lo entendió y me comprendió. Estoy agradecido.
El partido? Otro junior femenino de nivel “B”. Victoria del equipo visitante. Lo hicieron mejor, no perdieron tantos balones y defendieron mejor. El equipo local eran ocho jugadoras y el cansancio les paso factura al final del partido.
A pesar de que la tarde había transcurrido con toda normalidad. La vuelta a casa fue pasada por agua. Llovía a cántaros.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Badalona 03/nov/08

Hoy, no voy hablar de la jornada pasada. Quiero hablar de la envidia (la sana no existe) que me produjo el domingo el lugar que fui a visitar con mi familia.
En los primeros años que yo comencé a jugar a Baloncesto, sólo disponíamos del pabellón donde entrenaba, el antiguo pabellón de La Plana y la pista del colegio donde estudiaba. Durante todo el invierno no teníamos tiempo de buscar otras pistas alternativas, para organizar partidillos entre los amigos o con los mismos compañeros del equipo. Entre los estudios, los entrenamientos, partidos y sobre todo, los domingos tener que ir con tus padres, era imposible. Pero claro, llegaba el verano. Todas estas colonias o campus de Básquet, que se organizan actualmente, antiguamente no se hacían. Durante todo el verano nuestra mayor preocupación era buscar ansiosamente una pista para poder jugar. Pero, desgraciadamente, siempre encontrábamos la misma y la única que estaba abierta, la del colegio Salesianos. Los aros estaban cuidados, había redes y se jugaban partidillos con un nivel bastante alto. Pero, esto no pasaba todos los días. Había veces que estaba ocupada o que estaba cerrada.
Dicho esto, volvamos al pasado domingo. Hacía días que se había inaugurado el nuevo centro comercial en Badalona. Magic Badalona. Y a mis hijos les hacía mucha ilusión visitarla. Así que, este pasado domingo fuimos. Entramos, dimos un paseo por todas las tiendas (que estaban cerradas) y subimos a la última planta. Me quede alucinado, 8 pistas de básquet, 5 descubiertas con tableros de madera y 3 cubiertas con tableros de fibra de vidrio. Gente jugando partidos, otros niños tirando. Vaya envidia¡¡¡ Sencillamente, a pesar de los pesares Badalona es diferente. Hay un dicho en catalán que dice “Badalona bressol del basquetbol” (Badalona es la cuna del baloncesto). Y tiene toda la razón del mundo.
A mi cabeza le empezaron a llegar recuerdos de todos los problemas que habíamos tenido para encontrar una pista, cuando éramos pequeños. Si, seguramente, eran otros tiempos. Pero había chavales, como los de mi generación, que ya teníamos la necesidad de más baloncesto, porque el verano no sólo era para las bicicletas.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Casi no llego. 28/OCT/08

Vaya mañanita pasé. Nunca había ido a ese pueblo. Lo tuve que buscar en Viamichelin y casi me pierdo. Tenía que ir por la nacional, tomar una carretera secundaria, desviarme por un cruce que casi me paso y atravesar un pueblo, seguir a unos kilómetros y llegaría a mi destino. La verdad es que el nombre del pueblo no aparecía por ningún lado. Tuve que entrar en otra población y una señora amabilísima, me indicó que tenía que salir de allí y seguir la carretera, hacer 3 kilómetros y llegaría. Bien, después de nervios y maldiciones llegué a mi destino. Ahora el problema era otro, donde estaba la pista? Pero unos pintores, de esos de brocha gorda, me dijeron que estaba al lado de la piscina. Y por fin, lo encontré.
Los dos equipos estaban calentando, el entrenador local me miró con enojo, seguro que pensó que el árbitro no venia. Pero el primer enfadado era yo y conmigo mismo. No me gusta llegar tarde, tengo el máximo respeto a todo el mundo.
El primer partido, un mini. El equipo local tenía varios jugadores con un nivel de técnica individual un poco por encima de los demás. Dos niños que bajaban la pelota con bastante dominio y un chaval con unos exquisitos movimientos de pies. Pivote, paso cruzado y canasta. Hasta jugaba alguna vez de espaldas al aro. El otro equipo, un entrenador que en lugar de animarlos y corregirles, todo el contrario. Les gritaba, los abroncaba y hasta les dijo que mejor que lo dejaran. Bastante desagradable. Creo que quien lo tenía que dejar, era él. No son modos de entrenar a niños de 11 años. Pero esos, son los entrenadores que tenemos.
Seguidamente, un pre infantil. Solo destacar un comentario del entrenador local, en el último cuarto y cuando ganaban. Le dijo a un jugador suyo “ahora si puedes jugar duro”. Ustedes mismos saquen conclusiones.
Por la tarde, me pasó un hecho que nunca había vivido. Era la hora del comienzo del partido, y no había anotador, ni cronometrador, ni actas. El entrenador local solo decía que estaba llamando por teléfono al delegado, y que este llamaría al segundo delegado, y que……… yo y el entrenador visitante nos mirábamos perplejos. Después de esperar 20 minutos llegó el delegado, las actas y pudimos empezar.
Luego, un sub-21, más duro, mas contacto, mas exigencia, pero, muy correcto. Me gustó el partido. Fue vibrante y emocionante.
Por cierto, respecto a la pregunta de la pasada semana. He quedado sorprendido, la junta ha dado el visto bueno para que ayude a mi amigo a entrenar técnica individual.

A lo mejor están cambiando las cosas.