viernes, 13 de febrero de 2009

Enfado 9/ Feb

El pasado sábado, los horarios de los partidos que tenía que pitar, me permitieron después de muchas semanas, poder ver el partido de mis hijos. Pensé, que seguramente, podría ver si habían progresado. Como dice el famoso refrán, “mi gozo en un pozo”. Más que progresar habían perdido confianza en sí mismos. Niños que tendrían que saber botar, indistintamente, con la derecha o la izquierda, sólo utilizaban la de siempre. Saber entrar por la izquierda, ni pensarlo, las instrucciones del entrenador , nada claras, les hacían dudar de lo que tenían que hacer. No sabían, si tenían que pasarla o jugar 1x1, etc.… la verdad es que salí del pabellón muy enfadado. Me di cuenta que estaban perdiendo un año muy importante, sobre todo porque es uno de los años en que el jugador tiene que adquirir muchos fundamentos y técnica individual. La lastima de esta situación es que no se soluciona, y nos conformamos en que ya hay un entrenador (digámosle acompañante con mucha ilusión) que cumpla todo el año. Es triste.
Hablando de los partidos que pité, y sobre todo el de la tarde, en el que me encontré el típico entrenador que se quejaba de las faltas que tenía su equipo y las del contrario. En la media parte vino a la mesa de anotadores a contar cuantas llevaba su equipo, y que no podía ser que tuvieran 7 más que el contrario. Mi visión del partido era totalmente diferente, su equipo estaba defendiendo (categoría junior femenino) individual con muchas manos y llegando, muchas veces tarde a la defensa. Es evidente que se producían muchas faltas. En cambio, el contrario se pasó gran parte de la primera parte defendiendo en zona. Solo había acciones lejanas de tiro y alguna esporádica dentro de la zona. Cuando no encontramos soluciones para atacar una zona, no podemos darle toda la culpa al árbitro, para esconder nuestros defectos. Creo que mi explicación dudo si la entendió el entrenador. No sé si era para que sus jugadoras vieran que se quejaba al árbitro o era que no sabía qué hacer para solucionarlo. Hemos de entrenar más cosas y tener más recursos para afrontar un partido.
Respecto a los jugadores, que estoy seleccionando para la pre-selección infantil, he visto a dos que tenían una gran dominio de la pelota, buena defensa del 1x1 y gran capacidad para penetrar, pero, el único hándicap que tenían, es que hacían 1’55 de altura. Los llamare para que vengan, porque estoy seguro, que aunque tengan ese pequeño problema, lo solucionaran con ilusión e intensidad.

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